Libros Infantiles
Desde temprana edad debemos iniciar el hábito de la lectura en los niños. Sabemos que la educación actual en las escuelas, no fomenta este hábito y que en nuestro país casi no se lee.
Por ello, los papás deben empezar a leer a sus hijos desde que cumplen los 6 meses.
¿Qué vamos a lograr con ello? Primero, crear una relación de cercanía del papá o mamá con su hijo; segundo, establecer una rutina, que bien puede hacerse antes de ir a dormir, en lugar de solo ver televisión, con ello ir preparando al niño para irse a la cama. Tercero, ampliar el número de palabras que el niño escucha; sucede que cuando le hablamos a nuestros hijos, solo decimos unas cuantas palabras, tales como bonito, princesa, y cosas semejantes.
¿Cómo vamos a hacerlo? Uno de los primeros sentidos que madura es el del oído y por ahí podemos darle a nuestros hijos una gran cantidad de información. Podemos enseñarles idiomas y sobre todo ampliar su vocabulario. Todos los días, a una hora determinada, tomemos un libro con vocabulario sencillo y estampas de color grandes; leamos el texto del libro y sobre todo, expliquemos con detalle las imágenes que trae el libro. A medida que el niño va creciendo, hay que ofrecer lecturas cada vez más complejas.
Siempre premiar al niño con unas palabras amables y una sonrisa, por haber participado de la lectura con nosotros y haber compartido unos minutos.
El tiempo de atención de un niño irá aumentando con la edad, así que si al principio solo alcanzas a leer una hoja, no desesperes y persevera. Verás los resultados, antes de lo que piensas.
Por ello, los papás deben empezar a leer a sus hijos desde que cumplen los 6 meses.
¿Qué vamos a lograr con ello? Primero, crear una relación de cercanía del papá o mamá con su hijo; segundo, establecer una rutina, que bien puede hacerse antes de ir a dormir, en lugar de solo ver televisión, con ello ir preparando al niño para irse a la cama. Tercero, ampliar el número de palabras que el niño escucha; sucede que cuando le hablamos a nuestros hijos, solo decimos unas cuantas palabras, tales como bonito, princesa, y cosas semejantes.
¿Cómo vamos a hacerlo? Uno de los primeros sentidos que madura es el del oído y por ahí podemos darle a nuestros hijos una gran cantidad de información. Podemos enseñarles idiomas y sobre todo ampliar su vocabulario. Todos los días, a una hora determinada, tomemos un libro con vocabulario sencillo y estampas de color grandes; leamos el texto del libro y sobre todo, expliquemos con detalle las imágenes que trae el libro. A medida que el niño va creciendo, hay que ofrecer lecturas cada vez más complejas.
Siempre premiar al niño con unas palabras amables y una sonrisa, por haber participado de la lectura con nosotros y haber compartido unos minutos.
El tiempo de atención de un niño irá aumentando con la edad, así que si al principio solo alcanzas a leer una hoja, no desesperes y persevera. Verás los resultados, antes de lo que piensas.
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